El árbol de la vida.

Esta semana Carmen es la protagonista en la escuela. Hay que llevar una serie de fotos que expliquen su vida desde que nació hasta ahora.


Lo he hecho esta noche deprisa y corriendo, pero quería compartir la idea con vosotros. Como están trabajando el otoño se me ha ocurrido hacer un árbol con pocas hojas. He imprimido las fotos, las he recortado y por detrás he escrito una pequeña leyenda.

De paseo.


Algunas cosas que nos traemos a casa cuando vamos de paseo.


¿Qué haremos con ellas?…

Espero que hayáis tenido un buen fin de semana!

.

Otro regalo ecológico.

Hoy os traigo una cuerda para saltar hecha con materiales de reciclaje. Seguro que vuestros hijos triunfarán en el parque con una comba original y única.  Es tan fácil de hacer que solo os llevará unos minutos.


Tan sólo hace falta (a parte de la cuerda, claro)...

El color del cristal

Buscando revistas viejas para hacer un collage he encontrado una pequeña libreta donde escribí unas letras.  Hoy las he releído y me han vuelto a inspirar como la primera vez que lo escuché. He de rescatarlo y ponerlo de cabecero de cama.
Ya sé que esto no es habitual en mi, pero quería compartirlo con vosotros.


Nunca es demasiado tarde 
para ser quien quieras ser.
No hay límite en el tiempo,
empieza cuando quieras.
Puedes cambiar o no hacerlo, 
no hay normas al respecto.
De todo podemos sacar una lectura
positiva o negativa.
(Espero que tú saques la positiva)
Espero que veas cosas que te sorprendan.
Espero que sientas cosas 
que nuca antes hayas sentido.
Espero que conozcas a personas 
con otro punto de vista.
Espero que vivas una vida 
de la que te sientas orgullosa.
Y si ves que no es así,
espero que tengas la fortaleza
para empezar de nuevo.




¿Ya sabéis de dónde es?


.

De caja de tele a casita infantil.

Que levante la mano el que no haya querido tener su propia casita cuando era niño... Ya lo sabía yo! Todavía recuerdo cómo enganchábamos las sábanas entre las dos literas e inventábamos un mundo aparte.
Si tuviera una casa más grande y no fuera como soy, Carmen ya tendría una de esas radiantes casitas de plástico que llenan patios de guarderías y escaparates de tiendas de juguetes. Muy chulas, sí, pero les veo varios inconvenentes. El precio, sin comentarios. El espacio que ocupan, como no tengas un jardín o un cuarto de juegos en casa, no hay dónde meterlas. Y sobre todo ¿a dónde va a parar tanto plástico después? Los juguetes no van al contenedor amarillo... 
Así que antes de tirar al contenedor azul la caja de la tele nueva he decidido reciclarla.